Caribe
Al llegar a Curazao surge la sensación de estar en el paraíso. Todo se ve perfecto: el mar Caribe plácido e infinito, con sus aguas cálidas color turquesa; las playas impecables, de arena blanca y suave, y una arquitectura que fascina: casonas pintadas de colores que evocan su herencia francesa. Y hoteles y resorts de primer nivel siempre dispuestos a complacer los caprichos de sus huéspedes.
Curazao cuenta con cerca de cuarenta playas y todas se caracterizan por su belleza. Las aguas cálidas son tan cristalinas que permiten ver cómo los peces de colores se mueven entre las piernas y los pies. Las más visitadas son Boca Santa Cruz, Caracasbaai, Jan Thiel, Jeremi, Kokomo y la isla de Klein. Curazao es reconocida por ser un destino ideal para la práctica de actividades acuáticas como el buceo y el esnórquel gracias a sus tranquilas aguas y a los arrecifes que revelan formaciones de coral de todas las figuras y colores posibles; esponjas, peces tropicales y un universo infinito de vida marina repleto de tortugas, rayas y langostas.